Amistad

Durante este tiempo de crisis personal por el que atravieso desde hace unos meses, muchas cosas en mi vida han cambiado, las cuales pienso discutir más adelante en un post titulado “Crisis como motores de cambios”, y también he comprendido algunas otras, de las que se trata este artículo. Las lecciones aprendidas hasta ahora son:

No existen los llamados amigos. Buscando una definición de la palabra “amigo” en el mejor amigo del hombre, Google, encuentro esta: El que en las prosperidades acude al ser llamado y en las adversidades sin serlo, de un tal Demetrio I, personaje del cual no aparece rastro alguno en la web, ni nos interesa, solo tomamos la frase porque cabe bien en la situación. De acuerdo a esta definición, habrá tentativamente personas que estarán ahí en las adversidades. Pero lamentablemente no he experimentado eso. Debo aclarar algo antes de seguir: no me interesa que ninguno de mis amigos me de dinero, pues para eso trabajo, simplemente lo que me gustaría encontrar es ese alguien que aliviane la carga con una buena conversación, que comparta contigo un momento. Ese alguien al que puedes llamar solo para joderle la paciencia y decirle que estas pasando las mil y una, y el niagara en bicicleta, y que estas en la inopia (como dice mi vieja), y que a su vez el te diga que la cosa ta dura, pero que no importa, que vamos a tomarnos una cerveza, y botar el golpe y joder un rato en la calle y olvidarnos de los problemas. Hasta ahora, no he encontrado eso.

Los que a sí mismos se llaman tus amigos. Quiza sea solo en mi caso, pero sucede que los que se llaman ellos mismos mis amigos, muchas veces solo quieren joderme a mi. Hay algunos que sabiendo que toy pasando las mil y una, que debo más cuarto que el país al Club de París y el Banco Mundial juntos, tienen la cachaza de decirme que les preste dinero...solo hay que reirse, verdad que sí?. Me incomoda bastante la situación, porque a veces soy el más pendejo de la cuenta, y me paso de bueno, y ayudo en todo lo que puedo, y si no puedo, ayudo como quiera, pero lamentablemente nadie lo hace por mi...parece que soy el más feo, el negro de la película.

La cosa no es tan mala después de todo. Porque en este país tropical, los llamados “amigos” tienen ciertas utilidades, entre ellas mi predilecta: muchas veces esos fatales tienen muchas relaciones, entonces te pueden pegar en empresas que por no tener nosotros apellidos de blancos, no podemos entrar, y gracias a estos farsantes si que podemos. Pero eso ocurre a veces...es muy bueno tener un trabajo bien remunerado, pos así podemos hacernos autosuficientes, ser independientes, y no tener que contar con esos pendejos que se hacen llamar amigos.

En conclusión, resumo lo aprendido por mi durante estos meses, en estos preceptos:

1. Se autosuficiente, así nadie te falla.
2. Arrópate hasta donde tu sabana te de, para que luego no pases la mil y una
3. Cuando pases por una crisis, auxiliate de una Bohemia bien fría, Marlboros rojos y Joaquín Sabina, que esos no te defraudan.

Finalmente, no me importa lo que digan los demás, porque el blog es mío!...chau