26 enero 2006

Mis 5 Hábitos Extraños

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La camarada Lisa (shit, sueno como mi jefe), me ha “elegido” para que liste mis cinco hábitos más extraños. A ver si llego a cinco. Pero antes, las reglas del juego:

“Estas son las instrucciones: el primer jugador inicia su mensaje con el título "mis 5 hábitos extraños". Las personas que son invitadas a escribir un mensaje en su respectivo blog a propósito de sus hábitos extraños, deben también indicar claramente este reglamento. Al final, se debe elegir 5 nuevas personas que lo continuen en su blog, así como dejarles un comentario en su blog con el aviso "Has sido elegido".

Y ahora los hábitos:


Conservo mi hábito de pequeño, de “comerme el brazo” como dice mi familia. Consiste en frotar los labios contra el brazo, no importa si es derecho o izquierdo, como si besara mi brazo, de un lado a otro...bueno, no creo que entiendan bien, pero esa es la idea. Cuando en casa me ven haciendo eso, en seguida me preguntan ti tengo hambre. También lo hago cuando voy a dormir.

El segundo es mi manía de comer las papas, la ensalada y los fritos con mucha sal. Soy adicto a la sal, a tal punto que si por ejemplo el arroz no queda bien cocinado, o cualquier otro alimento, le echo sal para poder comerlo. Cuando salgo a comer con los amigos, siempre me dicen que si estoy loco, porque suelo echarle sal 3 ó 4 veces a los alimentos.

Mi tercer hábito extraño es dormir arropado todo el tiempo. No importa que el mundo se esté derritiendo del calor, que no haya luz, no importa. Tengo que dormir arropado, sino, es como si no durmiera, me levanto al otro día sintiéndome raro.

El cuarto es decir que no me gusta determinado alimento sin siquiera haberlo probado. Por ejemplo, no como mariscos, digo que no me gustan, pero nunca los he probado. Igual con la mayoría de los vegetales, y muchisimos platos más: no tengo la menor idea de su sabor, pero “no me gustan”.

Bueno, el quinto definitivamente creo que es mi forma de pensar. Para mí ese es el más extraño de todos mis hábitos.

24 enero 2006

Meditaciones

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Por momentos parece que el mundo se está derrumbando. Ya las cosas no son lo que solían ser, todo ha cambiado. Terminamos un siglo mal, empezamos otro peor. Hasta ahora no hemos hecho nada para cambiar esa situación. Estamos sumidos en una crisis de identidad. La individualidad está desapareciendo de la faz de la tierra.

Afanosamente procuramos imitar a los demás, buscamos su aprobación desesperadamente. Yo te invito amable lector, amable lectora a que disfrutes tu individualidad, ese ser único que se te ha concedido ser. Cada cabeza es un mundo, dicen nuestros mayores, pero estamos obstinados en hacer nuestro mundo igual que el de aquellos que nos rodean. Nos dejamos influenciar. Nos acomodamos, tomamos actitudes, dejamos de hacer cosas, empezamos a hacer otras solo por encajar, por agradar a los demás. Queremos ver una sonrisa en los labios de aquellos con quienes compartimos, aunque eso signifique que sacrifiquemos cosas.

Nuestros padres, nuestros hermanos, nuestros compañeros de trabajo, de escuela, moldean nuestro pensar. Si bien es cierto que les debemos respeto, que debemos proceder con ética, con valores morales, no es menos cierto que somos únicos, por lo tanto nuestras acciones y decisiones no dependen de ellos. Es nuestra responsabilidad.

No soy un maestro. No soy un iluminado. No soy un Mesías. No soy un Cristo, un Mahavira, un Budha, un Krishna. Nada de eso. No soy un “Spiritual Healer”, un chamán, un psicólogo, un psiquiatra. Soy un simple mortal, igual que tu pero diferente, aunque suene a contradicción. Esa es la naturaleza humana, innegable. Somos iguales porque pertenecemos a una misma especie, a una misma raza. Somos diferentes porque pensamos diferentes, porque se nos ha dado el don de la individualidad. El poder de actuar diferentes.

Lamentablemente no estamos aprovechando eso. Y eso es precisamente lo que quiero que el mundo cambie. Que seas más único, que disfrutes a plenitud tu vida. Que tomes este camino tal cual esclavo liberado, pero responsablemente. No dejando nunca de lado la educación, los principios, las buenas costumbres.

Tenemos que entender que en ciertas ocasiones nuestros padres no estarán de acuerdo con la forma en que hemos elegido vivir. Que nuestros padres no estarán de acuerdo en el momento en que seleccionemos la persona con la cual queremos pasar el resto de nuestra vida. Pero vuelvo y repito, somos individuales.

Quiero que reflexiones un momento. Detente y piensa. Concéntrate. Desconéctate por unos instantes y acompáñame a hacer un pequeño ejercicio. Teniendo bien presente la forma en la que estas viviendo en este preciso momento, quiero que trates de imaginar cual será el resultado si continuas viviendo de esa manera. Reflexiona en lo que ves. ¿Que viste? ¿Te ves a ti mismo viviendo tus últimos años resentido? ¿Enfadado por no haber hecho lo que pensabas? ¿O te ves despidiendote de este mundo con una sonrisa, satisfecho por todas las cosas buenas que viviste?

Depende de cada cual como termina su vida. Piensa que ahora estas preparando el terreno, que estas empezando a sembrar. Quiero que elijas bien lo que vas a sembrar, que tu semilla sea de calidad, para que mañana coseches cosas buenas. Que coseches paz interior. No quiero que coseches resentimiento.

No soy perfecto, pero si estoy tratando de preparar mí campo bien, de sembrarlo con las mejores semillas. Espero que tú también abras los ojos, y vivas tu individualidad. Sé tu mismo.

13 enero 2006

Ser lo que queremos ó el mito de la libertad

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¿Hasta que punto somos responsables de nuestros rasgos de personalidad? ¿Quiero ser negativo, complicado, pesimista? ¿o estoy condicionado por algo ó alguien que no puedo ver ó sentir?. ¿existe la libertad? ¿somos ratas de laboratorio que alguien o algo está usando para probar algo que desconocemos?.

Desde hace un buen tiempo tengo ya formada mi opinión sobre la libertad. Para mi la libertad no es más que un simple y estúpido mito que fuerzas superiores, entiéndase creadoras, han programado en nuestro cerebro. La libertad es tan solo una ilusión más, de esas que mantienen al ser humano caminado hacia delante siempre, no importa cuanto nos halen hacia detrás las adversidades. Soy libre. Tengo esperanza. Mañana será mejor. De ese tipo de ilusiones hablo.

Las opiniones son encontradas. Hay diferentes creencias, diferentes filosofías. De acuerdo al existencialismo de Jean-Paul Sartre, es el hombre mismo quien se define, quien dibuja la imagen de lo que será: “...Significa que el hombre empieza por existir, se encuentra, surge en el mundo, y que después se define. El hombre, tal como lo concibe el existencialista, si no es definible, es porque empieza por no ser nada. Sólo será después, y será tal como se haya hecho. Así pues, no hay naturaleza humana, porque no hay Dios para concebirla. El hombre es el único que no sólo es tal como él se concibe, sino tal como él se quiere, y como se concibe después de la existencia, como se quiere después de este impulso hacia la existencia. El hombre no es otra cosa que lo que él se hace. Éste es el primer principio del existencialismo”. Pero no estoy para nada de acuerdo con Sartre. No es el hombre quien define lo que será, hay otras fuerzas detrás de todo esto. Hay algo más. Estoy muy seguro.

En palabras de Vladimir Nabokov: “Neither in environment nor in heredity can I find the exact instrument that fashioned me, the anonymous roller that passed upon my life a certain intricate watermark whose unique design becomes visible when the lamp of art is made to shine through life’s foolscap”.

La libertad es un mito. Deténgase un instante y piense lo último que usted hizo porque quiso hacerlo. ¿Que fue eso? ¿se fumó un cigarro? ¿considera usted eso “ser libre”?. Pues no, eso no es ser libre. Estamos invariablemente atados al causa-efecto. Cada acción que tomamos tiene una consecuencia. Somos esclavos de las consecuencias. Simplemente los dioses no quieren que seamos libres, por eso han creado para nosotros el causa-efecto. Tan simple como eso. Cada acción que denota “libertad” en el ser humano, trae malas consecuencias, por lo tanto no disfrutamos, no somos libres. Las pruebas están a nuestro alrededor; solo nos basta con concentrarnos un poco, mirar, captar el mensaje. Esto resulta difícil porque la gente no presta atención, porque está envuelta en cosas banales.

Cada cultura aporta pruebas de la “libertad imaginaria” del hombre. La cultura cristiana, en la que vivimos, es uno de los ejemplos más notables. La Biblia está llena de ejemplos. Desde el Génesis hasta el Apocalipsis, entre página y página. Está llena de condicionantes. Es como decir: tu eres libre, puedes hacer lo que quieras, puedes desobedecer a Dios, pero si lo desobedeces, mueres. No te dejan ninguna opción. La cultura hindú es otro buen ejemplo. El pilar de la cultura hindú es el karma. De acuerdo a una definición en línea, esto es el karma: Una compleja doctrina fundamental en las enseñanzas del budismo. Significa acción y sus frutos, el proceso continuo de causa y efecto. Desde un punto de vista moral, karma implica que las personas son arquitectos de su propio destino, se cosecha lo que se siembra. Karma no es lo mismo que predestinación, pues es construido y cambiado por nosotros mismos. Supuestamente nosotros construimos nuestro destino (aquí vemos similitud con el existencialismo de Sartre, solo que estos si creen en Dios), pero nunca se disfruta de la libertad. Se pasan vidas y vidas purgando errores devenidos de acciones incorrectas, pecaminosas, pero aún no conozco al primer ser que haya pasado todos los círculos del Karma, y que sea libre y feliz. Peor aún, el karma condiciona a los seres humanos, pues los hace conformistas, como aquella escena de The Matrix en la estación del tren, donde el hindú le dice a Neo: “es como decir lo que he venido a hacer”, y el no se queja de su karma, sino que por el contrario da gracias por el. Se siente conforme, aunque esté sufriendo. Todo apunta a que hay fuerzas superiores que manejan nuestras vidas tal cual marionetas. Y no podemos quejarnos. Debemos aceptarlo sin cuestionamientos, sin resentimientos. Debemos dar gracias por se esclavos.

Desde hace mucho tiempo creo que esto no es más que un laboratorio, y nosotros caldo de cultivo. Tal parece ser que los de arriba están probando a ponernos en diferentes situaciones, a ver como reaccionamos. Eso es lo que somos, ratas de laboratorio. La libertad es un mito, como bien lo ilustra el mito de Er, que concluye La República de Platón. Ni siquiera en la muerte tenemos capacidad de elección, ni siquiera en la muerte.

03 enero 2006

Adversidades

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Para una amiga cuyo nombre prefiero mantener en privado, y quien está pasando por una situación difícil, le quiero dejar estas palabras:

Que lamento mucho estar lejos de ella en este preciso instante. Que lamento no estar ahí, y pasarle la mano cabeza, darle una palmadita en la espalda, y decirle frente a frente que todo saldrá bien.

Que en este mundo hay gente mala, que solo quiere hacernos daño, jodernos la existencia. Pero que son necesarias para que podamos crecer y afrontar la prueba terrible que es vivir.

Que por más mala que sea una situación, la misma no dura para siempre. Las adversidades tienen sus límites, solo que nosotros muchas veces no tenemos la paciencia que se requiere en determinados momentos.

Que no es el fin del mundo. Que a pesar de que ella quiere empezar a llorar, que no soporta la situación, que todo va a salir bien. Ya veras niña.

Finalmente, que aquí tiene un amigo de verdad, unos hombros donde llorar. Que a pesar de que en algunas cosas no le pueda ayudar de la forma que deseo, siempre estaré aquí para que se pueda desahogar. Que puede contar conmigo.
Amiga, lo malo no esta presente siempre. Ten un poco de paciencia, es lo único que pido.

02 enero 2006

1 de Enero de 1994

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Han pasado ya doce años. Doce largos años de soledades infinitas en las desesperantes noches de la selva Lacandona. Doce años de lucha constante, de justicia poética, de la pipa iluminando oscuridades abismales al compás del cantar de los grillos. Doce años de devorar libros cuando se puede. Doce años de defender nuestros ancestros, nuestro origen, nuestra historia. Doce años de tratar de borrar de una vez por todas 500 años de colonialismo español, que no en balde nos han hecho cobardes dice Silvio. Doce años en los que hemos disfrutado de la presencia de Durito. Doce años que han parido páginas y páginas de protesta, de esperanza, de soluciones que los de arriba no toman en cuenta. 12 años que han probado el inmenso poder de las palabras. Doce años de pasamontañas. Doce años de correspondencia con escritores, cantautores, correspondencia esta que ha fecundado hasta canciones.

“Perdonen las molestias, pero esto es una revolución”

Aquel 1 de enero de 1994, mientras el ejercito zapatista tomaba la Plaza de Armas de San Cristóbal de las Casas, un grupo de turistas comenzó a preguntar si podían seguir su camino, que deseaban ir a Palenque, a lo que el Sub respondió: “Perdonen las molestias, pero esto es una revolución”. Que maneras de contestar.