Que tal si?

Capacidad de cuestionamiento. Me gusta cuestionar, saber por qué, analizar a fondo, ver las dos posibilidades. Todo tiene dos posibilidades, para algunos llamada Dualidad, para otros Binario. Algunos lo consideran una manía en mi. La historia ha demostrado cuan peligroso ha sido y es en algunos casos aún hoy cuestionar lo establecido, lo que se piensa lo correcto. Claro, lo correcto, la verdad, es subjetiva, como lo afirma la Teoría de la Relatividad de Einstein, todo es relativo. Pero no importa, lo que sí importa es que podamos cuestionar, que podamos pedir razones, por qués, no simplemente IGNORAR, que lo detesto, abandonarnos a los “Que sea lo que Dios quiera” a los “Ya veremos”, a los “Es el destino”. Cuestionar, sino, no tiene sentido que tengamos inteligencia, que para algo nos han puesto el cerebro, materia gris y demás cosas dentro del mismo. Una de las cosas, sino la más, que detesto de las religiones en general es precisamente el detalle de que tienen el cuestionamiento como algo prohibido entre sus filas. Los creyentes tienen que tener fe, que no es más que aceptar lo que no se ha visto. En eso he sido de los de Santo Tomás de Aquino: “Ver para creer”. Claro, hay cosas que no las vemos y si estoy sumamente segurísimo que existen, entre ellas los agujeros negros y la antimateria.

Hoy se ha reactivado en mí la vena revolucionaria que siempre me ha acompañado. Al llegar mi jefe, me pasa el Cd de Generación Joven y 7 Días con el pueblo. Y vuelven al frente de mi memoria pensamientos, quizá no debiera decir vuelven sino salen, porque nunca se fueron, solo estuvieron ocultos en algún cajón de la biblioteca interna que la psicología se ha afanado en llamar subconsciente. Discursos, panfletos, propaganda comunista, canciones de protesta, ética, moral. Todos juntos. En grupo. Afloran nada más. Tal parece que el día se pasará entre Silvio y Generación Joven, lástima que no tenga nada de Pedro Guerra en la oficina. A propósito del ambiente, de las inquietudes, resurgen un montón de preguntas a las que quisiera encontrar respuesta algún día, y poder marcharme contento de este mundo, cuando plasmadas en mi lapida aparezcan estas palabras: “Tras tanto andar errante, el regreso”. Mis inquietudes son:

1. ¿Qué tal si Ernesto Guevara de la Serna no hubiese sido ejecutado cobardemente allá en Bolivia en 1967 y aún viviera?

2. ¿qué tal si Francisco Alberto Caamaño Deñó hubiese mantenido todo el apoyo que le retirara Fidel Castro, que le retiraran los partidos dominicanos, esos malditos traidores?

3. ¿qué tal si finalmente hubiera el pueblo derrocado los restos del trujillismo sin la maldita intervención yankee?

4. ¿qué tal si hubiera triunfado el alzamiento del 25 de abril de 1965?

5. ¿qué tal si Orlando Martínez aún viviera?, ¿estarían los políticos burlándose de nosotros sin ninguna crítica verdadera?

6. ¿qué tal si el coronel Fernández Domínguez no hubiese muerto mientras asaltaba el palacio nacional?

7. ¿qué tal si el pueblo estos días no fuera tan hijo de puta, tan cobarde, tan lambón, tan ignorante?

8. ¿seríamos una mejor nación después de todo?, o la misma mierda que ahora somos...

Que tal si todo esto hubiera diferente?...seríamos mejores, o seríamos la misma mierda con distintos vahos?