06 febrero 2010

Las tardes en Cuesta

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La memoria trae recuerdos al azar. Cuando uno menos se espera las cosas, ahí están. Han pasado dos 27 desde que te vi por última vez, y hoy contamos a 6. Ya no era lo mismo. Era solo un encuentro por compromiso, compartir un café que al final no fue café por una ocasión especial. Admito que extraño las tardes en Cuesta. Por momentos la vida tenía sentido. Por momentos me desconectaba de esta sucia realidad, y me transportaba a un mundo donde todo era posible, simplemente porque estabas tú.

El tiempo ha pasado, y la vida continúa su rumbo. Faltó valor, no lo niego. Nadie sabe que habría de suceder. Es solo que nunca lo intente. Hoy, después de tanto tiempo, me animo a escribirlo. Sigue faltando el valor, pero ya no importa. Caminos diferentes. Parece que no hay más nada por hacer, es demasiado tarde. Solo resta decir que extraño tantas cosas…