Así reza una canción de Pedro Guerra. Yo siempre he sido un sentimental, no lo puedo negar. Está en mi naturaleza, en mis genes si se prefiere un término más científico. Yo soy de esos que creen que hay una canción para todo, por más cursi que pueda parecer, y no me importa lo que la gente piense sobre ello. La música para mi es como una liberación. La música me reporta una especie de nostalgia por cosas que no han pasado (como en Princesas), hay canciones que describen situaciones que nunca he vivido, pero que me gustaría experimentar.
Hay situaciones que si he vivido, y que están narradas en canciones. En algunos casos, escuché la canción primero, y años después me veo envuelto en dicha situación, o al menos en algo parecido a lo que narra la canción. Eso es lo que sucede con “Se Casaron Las Chicas”. En el año 2000 yo compré mi primer disco de Pedro Guerra, “Tan Cerca De MI”, donde está incluida esa canción. Ese fue un año singular para mí, porque había comenzado mis clases de inglés en Apec, y me tocaba viajar todos los sábados desde Azua. Durante ese año conseguí mi primer trabajo, y fue en ese año cuando terminé el bachillerato.
Desde que entramos en el cuarto curso del bachillerato, mi grupo de amigos y yo comenzamos a hacer planes acerca de nuestra fiesta de graduación, de en que universidad nos matricularíamos, y de que íbamos a alquilar una casa grande para vivir todos juntos aquí en Santo Domingo. Fue precisamente en esos días cuando escuché la susodicha canción por primera vez, y enseguida noté que la canción iba con el momento que estaba viviendo. Hay una parte de la canción que no aplicaba en ese entonces, pero que después, y casi a modo de profecía, iba a encajar perfectamente.
Aunque hay un horizonte para todos, cuando emprendemos el camino, cada uno de nosotros se va a tropezar con diferentes tipos de piedras. Los sueños son solo sueños. Por más que se quiera, nosotros no podemos alterar el curso de la vida, aunque si podemos influir un poquito en ello. En resumidas cuentas, y tras haber cumplido seis años de habernos graduado de Bachillerato, les doy un breve resumen de la situación actual del grupo: Mi mejor amigo de toda la vida ya está haciendo el curso monográfico, y antes de concluir el presente año, se graduará de Ingeniero en Sistemas. Otro decidió quedarse en Azua, se inscribió en Contabilidad y duró menos de un año; ya tiene 2 hijos con dos mujeres diferentes. Otro comenzó estudiando Publicidad, duró un buen tiempo fuera de la universidad, y reingresó hace poco a estudiar Informática. Había dos mujeres en el grupo, de las que no he sabido nada desde agosto del año pasado. Una de ellas con 3 niños, y un esposo que “no era ni príncipe ni era azul, y como por encanto se apagó toda su luz”, y la otra estudiante de medicina, que iba bien avanzada; a estas alturas, si ha continuado, ya debe estar haciendo el pre-internado. Un servidor no ha terminado la universidad, ha estado fuera de ella por un buen tiempo, se ha cambiado de universidad, pero no se queja en lo absoluto de todo este tiempo, pues le ha enseñado muchas cosas valiosas. Hay un horizonte para mal o para bueno…
P.S: Blogger no me permite subir imágenes.
Hay situaciones que si he vivido, y que están narradas en canciones. En algunos casos, escuché la canción primero, y años después me veo envuelto en dicha situación, o al menos en algo parecido a lo que narra la canción. Eso es lo que sucede con “Se Casaron Las Chicas”. En el año 2000 yo compré mi primer disco de Pedro Guerra, “Tan Cerca De MI”, donde está incluida esa canción. Ese fue un año singular para mí, porque había comenzado mis clases de inglés en Apec, y me tocaba viajar todos los sábados desde Azua. Durante ese año conseguí mi primer trabajo, y fue en ese año cuando terminé el bachillerato.
Desde que entramos en el cuarto curso del bachillerato, mi grupo de amigos y yo comenzamos a hacer planes acerca de nuestra fiesta de graduación, de en que universidad nos matricularíamos, y de que íbamos a alquilar una casa grande para vivir todos juntos aquí en Santo Domingo. Fue precisamente en esos días cuando escuché la susodicha canción por primera vez, y enseguida noté que la canción iba con el momento que estaba viviendo. Hay una parte de la canción que no aplicaba en ese entonces, pero que después, y casi a modo de profecía, iba a encajar perfectamente.
Aunque hay un horizonte para todos, cuando emprendemos el camino, cada uno de nosotros se va a tropezar con diferentes tipos de piedras. Los sueños son solo sueños. Por más que se quiera, nosotros no podemos alterar el curso de la vida, aunque si podemos influir un poquito en ello. En resumidas cuentas, y tras haber cumplido seis años de habernos graduado de Bachillerato, les doy un breve resumen de la situación actual del grupo: Mi mejor amigo de toda la vida ya está haciendo el curso monográfico, y antes de concluir el presente año, se graduará de Ingeniero en Sistemas. Otro decidió quedarse en Azua, se inscribió en Contabilidad y duró menos de un año; ya tiene 2 hijos con dos mujeres diferentes. Otro comenzó estudiando Publicidad, duró un buen tiempo fuera de la universidad, y reingresó hace poco a estudiar Informática. Había dos mujeres en el grupo, de las que no he sabido nada desde agosto del año pasado. Una de ellas con 3 niños, y un esposo que “no era ni príncipe ni era azul, y como por encanto se apagó toda su luz”, y la otra estudiante de medicina, que iba bien avanzada; a estas alturas, si ha continuado, ya debe estar haciendo el pre-internado. Un servidor no ha terminado la universidad, ha estado fuera de ella por un buen tiempo, se ha cambiado de universidad, pero no se queja en lo absoluto de todo este tiempo, pues le ha enseñado muchas cosas valiosas. Hay un horizonte para mal o para bueno…
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