23 febrero 2006

Del Maestro

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El discípulo se dispone a arreglar el altar y las ofrendas según se acostumbraba para recibir el invierno...El fuego a la izquierda, al agua a la derecha.

El maestro pasa a supervisar, se queda observando al altar por unos segundos y dice:

-"el fuego y el agua están mal colocados, inviértelos"

Contrariado, pregunta el muchacho: Maestro,

-¿entonces lo hemos estado haciendo mal todo el tiempo? ¿entonces que...?

-Fácil -respondió el Maestro- cuando te des cuenta que este mal, lo arreglas y punto.


09 febrero 2006

Como creer II: Algunas Consideraciones

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A Mar, y que conste que hago esto sin la más mínima intención de molestarte ó causarte irritación alguna. Lo que has expresado en tu último comentario del post “Como creer”, es precisamente a lo que se refiere en parte el post mismo. Son explicaciones ó respuestas, como se les quiera llamar, que me parecen a mí comodísimas. Cómodas porque se abandonan a aceptar que las cosas son de determinadas formas y tenemos que aceptarlas tal cual. Esto ha sido tema recurrente en mis diferentes posts. Lo que hago se llama “capacidad de cuestionamiento”, y de vez en cuando nos viene bien usarla un poco.

A continuación quiero dejarte mis consideraciones sobre tus puntos de vista, ó ¿debería llamarlas tus creencias? Acompáñame a desglosar tu comentario párrafo por párrafo.

“El dolor es inevitable porque es parte del proceso que vinimos a hacer en la tierra todos los seres que la habitamos; el del perfeccionamiento espiritual. El dolor siempre desemboca en purificación.”

¿El propósito de nuestras vidas en esta tierra es el de purificarnos espiritualmente? ¿cuál es el resultado final de esa “purificación”? Estoy plenamente conciente de que uno aprende, un saca una lección o varias de los malpasares y dificultades que tenemos que enfrentar a diario. En eso estoy plenamente claro. Pero, nuevamente, ¿Cuál es el propósito, el fin, el resultado final de todo esto? Me supongo que esa cadena de eventos malos y buenos tiene un fin, un resultado. Entonces viene una inquietud mía: ¿Hasta cuando vamos a estar en esas?. Finalmente ¿Qué gano yo con purificarme espiritualmente?.

“Lo que demandan a Dios que haga una aparición mágica y salve a todos de las cosas que les pasan, son unos cómodos de mierda que necesitan echarle la culpa a otro ser que no sea ellos mismos, desentendiéndose de la realidad de que el destino lo trazamos nosotros mismos, y lo que no nos damos cuenta es que no necesitamos de su presencia física (que, jajaj, no existe, DUH) para salvar a los chicos que se mueren de hambre o la cabeza de Peter Punk, etc.”

No estoy pidiendo una aparición mágica Mar. Yo no creo en magia Mar. Lo que estoy pidiendo es la solución de un problema causado por alguien, quien en su momento tuvo el poder de hacerlo, y deliberadamente dejó que continuara. No quiero magia. Mi inquietud es esa simplemente; Si todo se podía resolver en instantes, ¿Por qué alargas las cosas?. Veamos un ejemplo de lo deliberado que fue el dejar todo sin remediar, y disculpa si sueno muy técnico, pero tengo que auxiliarme de algo de lo que tenga dominio: El monitor de tu computadora en casa empieza a actuar de forma extraña. Notas que mientras estas trabajando, la imagen por momentos pestañea, pero enseguida vuelve a la normalidad. Ya a esas alturas tu lógica debe decirte que hay algo que no está bien dentro del equipo. Naturalmente, suponiendo nosotros que usas tu cerebro, el siguiente paso es llevarlo donde un técnico, que te dará un diagnóstico y la posible solución del problema. Entonces, ¿Qué haces?, ¿Te quedas de brazos cruzados ó procedes a ordenar la reparación y prevención de un problema que se está haciendo evidente?. Evidentemente hay una lucha de poder, a ver quien tiene más poder de convocatoria. Deliberadamente se dejó todo como estaba, no se solucionó el problema desde su principio. Y mira el resultado. No estoy pidiendo que nadie resuelva mis problemas, esos los resuelvo yo. A lo que hago referencia es a un problema que no se hizo nada por el en sus inicios.

“Entonces… el dolor es inevitable, ya que, a pesar de que somos nosotros los que nos causamos ese dolor (reencarnación), éste siempre estará en nuestras vidas porque somos seres imperfectos aun y, como dije, es parte del proceso primario; a uno nunca se le presentan pruebas que no podamos superar… o sea, las pruebas/dolor van acorde con nuestras capacidades, ni un poco más ni un poco menos; La Ley, o sea Dios, es PERFECTO. Discutíme ESO, a ver.”

¿Podrías ser un poco más específica y mostrarme ejemplos de cómo yo mismo me causo dolor? Esto me suena como a prueba de laboratorio. Se implementa un proceso, con varios escenarios, a ver como actuamos los seres humanos. Hay alguien poniendo obstáculos a ver como los superamos. Para mí, el causante de todo el dolor, es que ha dejado que existan tales condiciones. ¿No se supone que estamos hechos a la “imagen y semejanza de Dios”?, por que si es así, y somos imperfectos, el alfarero que nos moldeo, por deducción, es imperfecto...o no?.

No estoy viviendo condenado por mi propio dolor. Cada día lucho por superarlo, por enfrentarlo, por vencerlo. Lo que aún no entiendo es a donde vamos con ese “proceso de purificación” que tanto te afanas en defender. No creo que ese sea el propósito de la vida, tiene que haber algo más. Son explicaciones que no me llegan. Siento mucho que mis puntos de vista le causen irritación a algunos. Pero son míos, y tengo el pleno de derecho de expresarlos. Creo que eso se soluciona con un poco de tolerancia nomás, como he tratado yo de ser tolerante con los puntos de vista de mis amigos.

07 febrero 2006

Como creer

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Y entonces uno mira alrededor y se pregunta el por qué de las cosas. Ya me lo han dicho millares de personas a mis cortos 24 años y medio, que estoy demasiado joven para andar preocupándome por todo. Pero simplemente no puedo hacerme el ciego, ignorar lo que acontece a mi alrededor. Y trato de buscarle una razón, una lógica, un por qué a esta vida. Pregunto, busco, pienso, todavía sin resultado alguno, sin vislumbrar ya una respuesta a mis preguntas. Ya llega el momento en que parece todo perdido, en el que pierdes la fe, si es que has tenido alguna, la esperanza, si de veras usas esta ilusión como norte, como combustible para seguir el camino de la vida.

Se llega al momento de no creer en nada. Absolutamente nada. La ética no me permite darme el lujo de creer en Dios. El ser omnipotente y omnipresente que permite que miles y miles de niños mueran de hambre cada minuto. Y hay quien intenta explicar que cada quien sufre porque así lo ha decidido, una decisión inconciente tomada mucho antes de nacer; pero esas mismas personas no creen en el destino y tienen el valor de afirmarme esto. Si yo, antes de nacer, seleccione una vida de sufrimientos que culminaría un día muriendo de inanición, pues estoy afirmando que mi vida tiene un trazado, estoy predestinado a esto. Yo no creo en destino, yo si creo que Dios y Lucifer se pelean como dos niños, tratando de demostrarse ambos cual tiene más poder de convocatoria, y nosotros de por medio sufriendo las consecuencias. Como creer en un Dios que tuvo y aún tiene el poder de solucionar todo esto de un solo golpe, pero simplemente no lo hace. ¿alguien me puede explicar como creo?

Como puede uno creer en sistemas que han fallado, sistemas llenos de promesas incumplidas. Como puedo yo creer en el comunismo, en el socialismo, si ninguno de los dos ha traído las soluciones planteadas por sus ideólogos. Ya me imagino a mucho de ustedes, nuevamente, diciendo que soy contradictorio, que no puedo decir esto si admiro a Ernesto Guevara de la Serna, a Francisco Alberto Caamaño. Y sí, es cierto, los admiro como personas, pero no profeso el credo marxista-leninista, el maoísmo. No es lo mismo admirar a una gran persona que ha hecho un tremendo bien a la humanidad, que profesar credos estupidos. Solo se necesita un poco de objetividad al observar las cosas y personas. El comunismo prometía bienestar para todos, y solo hay que mirar un poco a Cuba. Los camaradas del Comité Central comen exquisiteces mientras que el resto del pueblo tiene que contentarse con alimentos racionados.

Como creer en la amistad, en las personas en general. Quizá sea yo el problema, pero sucede que conozco demasiadas personas, muchas de las cuales me consideran su mejor amigo, aunque yo no los considere de la misma manera a ellos; sin embargo, esos mismos que se hacen llamar mis amigos, esos mismos son los que me han dado la espalda en el momento que más los necesito. Hay entre ellos dos o tres que le han echado tierra a mis heridas, cuando están supuestos a curarlas. Vuelvo y repito, quizá sea yo el problemático, por ser poseedor de una visión crítica, ácida, realista de las cosas. Quizá sea yo el que va en vía contraria. O quizá sean todos. Nunca lo podremos saber, no hay forma. Todo es relativo. La ética es relativa; lo que para mí es bueno, verdadero, provechoso, para usted lector puede ser malo, falso y no aprovechable.

Como va uno a creer en el amor, palabra maldita esta. ¿cómo es posible que una palabra tan pequeña tenga una carga emocional tan pesada? Es más bien una cuestión de conexión, de acuerdo con algunas percepciones. No es un sentimiento en sí mismo, sino más bien una reacción ante una palabra, como una instrucción preprogramada. Al escuchar la palabra amor, actuamos de determinada forma. Pero no tengo ninguna objeción con esto. Lo que me causa un poco de conflicto es el detalle de que las personas hacen esa conexión mal, reaccionan mal ante la sentencia. Esta reacción debe estar condicionada por algunos factores, con tal de que sea exitosa. Ahí radica precisamente el problema. En el mundo moderno se obvian esas condiciones, lo que da resultado a reacciones equivocadas, a situaciones erróneas. Tendemos a seleccionar mal a la persona con la que nos gustaría tener algún tipo de relación. No hay criterio para la selección. Así observamos que las personas caen fácilmente cuando le pintan castillos en el aire, echando de lado otros factores más importantes.

En fin, como creer en la vida misma. Aquella llena de pesares y amarguras. Aquella que ha coronado nuestro viaje por ella con sufrimientos y más sufrimientos. Algún día me gustaría encontrar la respuesta a mis preguntas. Que alguien me diga cual es el propósito de todo esto. Pero por favor, no me vengan con teorías vagas, con preceptos de fe. Quiero una respuesta más allá de lo que pueda darme el ser humano. No vengan con discusiones sobre el Karma, la reencarnación, el paraíso de los cristianos, el cielo de los musulmanes. No con esos cuentos por favor. Si no tiene nada interesante que aportar, tiene usted el derecho de guardar silencio.

03 febrero 2006

Francisco Alberto, Caramba

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Por dificultades técnicas no pude postear esto a tiempo. Es una canción que data de "7 días con el pueblo", allá en los doce años de Balaguer. Loor a quien loor merece. En memoria del Desembarco del comandante por Playa Caracoles el 2 de febrero de 1973.

Caramba caramba
Francisco Alberto caramba
Mi comandante te hiciste
Te hiciste el muerto en la sierra
Se lo creyeron, que bueno!
Francisco Alberto caramba
Ellos contaron el cuento
Francisco Alberto
Y ellos no lo creyeron
Que tu te has ido no es cierto
Tu estas viviendo en el pueblo
Francisco Alberto
Te sembraste en las montañas
Francisco Alberto me alegro
Y engañaste los de arriba
Los generales y el miedo
Francisco Alberto me alegro
Francisco Alberto caramba
Media isla
En la zozobra del luto y de la sangre
Media isla
Y la presencia centenaria de los yanquis
Media isla
Media isla bañada de febrero en Caracoles
Francisco Alberto, Peña Jáquez, Galán
Claudio, Pérez Vargas, Hamlet, Payero Ulloa
Holguín Marte y Lalane
Dijeron que estabas muerto
Francisco Alberto caramba
Y que en un sitio ignorado
Enterraron tu fúsil
Francisco Alberto
Y tu cuerpo
Francisco Alberto caramba
Ellos contaron el cuento
Francisco Alberto
Y ellos no lo creyeron
Que tu te has ido no es cierto
Tu estas viviendo en el pueblo
Francisco Alberto
Francisco Alberto
Mira tu pueblo
Hoy tu gesto es su alimento
Ya no hay miedo ni silencio
Y están siguiendo tu ejemplo
Francisco Alberto me alegro
Francisco Alberto Caramba