Inicia una nueva etapa en mi vida. Esto nada tiene que ver con año nuevo, metas, ni nada por el estilo. Tenía que suceder, y sucede ahora. Durante muchos años he forjado una percepción muy particular de la vida. En ocasiones esa percepción ha demostrado ser valida, pero en la mayoría de las veces, me ha causado conflictos con mi entorno.
En días pasados me tocó vivir una situación un poco tensa, y dicha situación ha detonado el deseo de mejorar ciertos aspectos de la percepción que de la vida tengo. Si bien es cierto que los seres humanos poseemos todas las herramientas necesarias para moldear nuestra vida, de controlarnos ante situaciones adversas, no todos podemos darle el uso adecuado a ellas, y muchos de nosotros necesitamos ayuda externa para sacarles provecho.
Estoy sumergido en un proceso de profundo autoanálisis, con ayuda de un amigo psicólogo. Nunca creí que iba a hacer semejante cosa, porque siendo honesto me parecía una tontería acudir a psicoanalistas. Es muy pronto para juzgar los resultados, pero me siento bien con las tareas que son parte de este proceso, porque me han ayudado mucho. Yo soy de los que digo que de todo se aprende una lección, sea una situación mala o buena, y que debemos prestar atención a lo que aprendemos. Pero no me ha resultado fácil a veces, porque “Del dicho al hecho, hay mucho trecho”. La mayoría de veces funciona para mí, pero hay veces en que todo se hace tan difícil.
Estoy contento, porque muchas cosas en mi personalidad van a mejorar. Son cosas que obstaculizaban el normal desenvolvimiento de mi vida en varios aspectos, entre ellos a notar las relaciones interpersonales y de pareja. No ando en búsqueda de la perfección, solo quiero disfrutar de una mejor vida. La meta es sacar provecho de todos los recursos que a mi disposición tengo, con miras a vivir una vida más plena.
1 comentario:
Siempre es una sabia decisión saber cuando pedir ayuda. Puedes sentirte muy orgulloso de ti mismo por haberlo hecho.
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