24 abril 2006

Estupidez


Pareciera imposible. Irrealizable. Como si se tratase de un tortuoso camino. Tal parece ser que es muy complicado seguir determinadas reglas, “guidelines” dirían los gringos, determinado orden de hacer las cosas. De lecturas iniciáticas de Kant desprendo que todo, absolutamente todo, está regido por normas, unas palpables, otras abstractas. Todo tiene una razón de ser, un ciclo, un esquema definido de cómo realizar determinadas acciones, especialmente en el ámbito laboral. Todo posee una secuencia lógica. Pero la estupidez ignora todo, subyuga a las personas, las destruye. Albert Einstein dijo una vez: “Hay dos cosas que son infinitas: el universo y la estupidez humana. Y del universo no estoy tan seguro”.

A pesar de tener instrucciones precisas y claras sobre como realizar determinadas tareas, pero la mayoría de las personas no actúan conforme a las mismas. Los humanos, poco a poco, han ido transformándose en entes impensantes, en idiotas. Hemos adquirido con el pasar del tiempo una actitud pasiva ante los sucesos del día a día. Las cosas no se hacen bien, no nos importa el resultado, no prestamos atención a las explicaciones. Acudimos cada día a trabajar, pero no realizamos las labores con precisión. No cumplimos los deberes a cabalidad. Si bien es cierto que trabajamos por necesidad, no es menos cierto que debamos hacerlo de una forma responsable, organizada.

La ética es prácticamente inexistente. Las cosas se hacen al vapor. Sin rumbo, sin orden, sin objetivos, así andamos. La estupidez es la reina. Me atrevería a afirmar que estamos construyendo una sociedad caótica. Actuamos sin sentido común, sin miramiento. Andamos como barco a la deriva en los tempestuosos mares del sur polar.

En la era del “Homo Digitalis” aún vivimos como cavernícolas. A nuestro alrededor hay disponibles miles de herramientas para hacernos la vida más fácil, más cómoda. Pero nos resistimos al cambio, desaprovechamos las oportunidades, subestimamos esas herramientas. Es increíble ver como la actitud negativa de las personas ante tales herramientas, las inhabilitan completamente para manejarlas. Da lástima ver como se desperdician tantas cosas buenas.

-Un reflejo de mis últimas semanas-

6 comentarios:

Anónimo dijo...

es normal que estemos rodeados de personas estupidas.

Anónimo dijo...

Sobre lo que dice Yde ;-)
Ya entendemos,
Peo comprenda de que no todo el mundo va a tener su nivel de inteligencia. Ademas, hay personas que prefieren no usar nunca el cerebro.
Saludinhos

Anónimo dijo...

"Si yo pudiera unirme...a un vuelo de palomas...atravesando lomas dejar mi pueblo atras..."-
dijo Joan Manuel Serrat en "Pueblo Blanco", pero no es tan facil; uno quisiera escapar y salirse de entre el monton, y a veces solo nos cuesta observar y desahogarnos escribiendo cosas como estas...y que por lo menos tenemos la capacidad de poder ahogar nuestra impotencia diciendolo ya que no podemos hacer nada.

A eso se le llama: Paciencia!
Es lo unico que se me ocurre...

:)

Nos chequiamos orita!

MT//

Anónimo dijo...

Yde: Dizque es normal, pero si seguimos con esa normalidad, ¿A donde iremos a parar?. Creo que es mejor que sea anormal y estemos rodeados de gente que al menos tenga sentido común, que de eso falta mucho en nuestro país.

Yanny: Yo no me considero superior a los demás, no me considero más inteligente, lo único si es que uso el sentido común. Es cierto, aquí a la gente no le gusta usar el cerebro, entre muchos otros factores, que son los que nos tienen hundidos completamente.

Mar: Right!

Chankleta: El unico detallito es que a veces la paciencia como que se me agota. Pero hay que seguir luchando, porque creo que las cosas algún día pueden cambiar...al menos eso pienso.

Anónimo dijo...

Homo digitalis, estamos de acuerdo somos cavernicolas con Ipods, mucha tecnologia pero no hemos evolucionado, mucho siguen buscando su identidad, muchos otros buscan el significado de sus miserables vidas.

Todavia nos da miedo lo diferente y palabras como racismo, homofobia, tabú y stress son parte de nuestro vocabulario.

Dejemos de ser estupidos y vivamos de acuerdo a parametros de carne y hueso en vez de que nuestras metas se resuman al celular mas chulo, al ultimo carro a la ultima moda y de una vez por todas hagamos las cosas BIEN.

Anónimo dijo...

Y lo que es peor, ya nos hemos aceptado así. Muy válida tu preocupación.