17 marzo 2006

Introspección


Heme aquí. Creyente poseedor de un destino quijotesco para desfacer entuertos. Soñador empedernido. Amante de los buenos libros, la buena música, de un buen vino. Terco idealista y perfeccionista obsesionado con hacer las cosas como es debido. Loco esperanzado con cambiar el mundo y hacer del mismo un mejor lugar. Necio que no toma ningún tipo de medicamentos y detesta las visitas al doctor. Iluso soñador que se entrega sin condiciones a pesar de mil y una traiciones. Ferviente creyente en el valor real de la amistad sincera. Ser apasionado que se entrega por completo a las cosas que disfruta hacer. Enemigo acérrimo de los ignorantes y su proceder en esta vida.

Pudiera parecer el perfil ideal para colocarse en un sitio de citas virtuales, pero no. Es simplemente que necesitaba mirarme al espejo. Necesitaba en este preciso momento recordarme quien soy, afirmarme que me gusta ser lo que soy, que he sufrido miles de decepciones, que he disfrutado otras tantas alegrías por ello. Necesitaba recordarme que me siento a gusto viviendo mi individualidad de esta manera. Sí, en este preciso momento, lugar, situación en la que estoy sumergido. Ahora que tengo que levantarme cada día y dirigirme hacia un trabajo que odio, a enfrentarme con una manada de ignorantes que no saben hacer bien su trabajo, y peor aún no permiten ser ayudados, no cambian sus puntos de vista ni siquiera por su propio bien. Precisamente ahora, estando rodeado de personas sin merito alguno, cuyas posiciones actuales han sido ganadas a base de estar “informando” a los superiores, tergiversadores irremediables de hechos y situaciones.

Sí. Ahora mismo. Precisamente ahora tengo que levantar la frente, continuar con mis andanzas, sin importar cuan grandes sean esos gigantes que algunos consideran molinos de viento. Es solo eso. De cuando en vez necesitamos esa palmadita en la espalda, ese empujoncito, esas palabras de coraje. Y a falta de quien lo haga, quien mejor que yo. Yo mismo, el que se conoce mejor que nadie, el que sabe bien de que es capaz, el que conoce los límites propios. El que está consciente de donde quiere ir y de lo que se necesita para llegar allí. No más que esto. Unos minutos frente al espejo, para cerciorarme que a pesar de las heridas, aún puedo seguir en la batalla. Solo eso.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

tu sabes ya de sobra lo que yo pienso.
me gusto la forma en que narraste este escrito.
Abrazos mi querido peter que todo en la vida es cuestion de tiempo, lastima que este se suicide a cada segundo... como confiar en el???? no lo se... lo que si es que de una forma u otra las cosas tienen a empeorar o mejorar, esperemos que sea la ultima.

Anónimo dijo...

Tú puedes P.Punk!
Claro que sí.
Tienes lo suficiente, y mucho mas que te sobra;
Y no se si no quieres usarlo,
Por no hacer a los demas quedar mal.
No hay nada que detenga,
Solo tu intelecto.
Esa idea de que todos somos tú,
Y pensamos como tú.
No estas equivocado.
Es introspeccion para que los demas te conozcan.
La solución está en tus manos, bien has dicho.

Anónimo dijo...

Tu puedes, Babe... Dale p'alante... Y luego, te tiras un Gatorade...

Anónimo dijo...

Tu puedes, babe... P'alante... Así mismo, como Quijote... sin temer a nada ni nadie...

Anónimo dijo...

Tu blog no me quiere :(

Anónimo dijo...

Yde: Más que cuestión de tiempo, lo considero cuestión de querer hacerlo, como el comercial de Visa: "Haz que las cosas pasen". Hay que seguir adelante, a pesar de todo lo malo.

Yanny: Si puedo, claro que sí, todo depende de mi. Es bien cierto tu comentario.

Yani: Gracias por tus palabras. Claro que mi blog te quiere, es solo que a veces este Template tarda en mostrar los comments. Es cuestión de ser pacientes a veces.