31 julio 2006

De Regreso

3 comentarios

El dueño del blog andaba de vacaciones. Poseedor de una manía casi irremediable de dejar todas las cosas para último momento, tenía planeado despedirse justo el último día de oficina, pero como siempre, se presentaron muchas cosas por dejar resueltas antes de salir de asueto. Algunos se enteraron por conversaciones de mensajería instantánea, pero la mayoría ignoraba el destino del susodicho.

A decir verdad no fueron las vacaciones más excitantes del globo terráqueo, porque les faltó el ingrediente primordial de todas buenas vacaciones: viajar. Desde hace unos años planeo visitar algún lugar desconocido de mi país al tomar vacaciones, pero diversos factores ajenos a mi voluntad me han impedido tal empresa hasta ahora.

Sin embargo, el tiempo no fue desaprovechado. Mucho descanso, y ninguna presión por cumplir horarios. El tiempo pasó entre lecturas nuevas y relecturas, lo que le dio mejor matiz al desolado paisaje de mis vacaciones. En el apartado lecturas nuevas, se encuentran: “El Gran Gatsby, de Francis Scott Fitzgerald; “El Diario de Anne Frank” y “Todos Los Fuegos El Fuego” del genialísimo Cortázar. En el apartado relecturas estuvieron: “Ensayo Sobre La Lucidez” de Saramago y “El Señor de las Moscas” de William Holding.

Perdonen la tardanza, porque mis vacaciones terminaron hace dos semanas ya, y ahora es que tengo la oportunidad de escribir algo.