Asociado en sociedad
con tales socios,
se pueden imaginar
que los amores van mal,
la salud ni fu ni fa
y no van bien los negocios.
Hoy este espacio alcanza su primer año de vida. Mirando un poco hacia atrás, me llena de satisfacción el hecho de que el blog ha cumplido su propósito y ha hecho aún más. En el tiempo en que decidí abrir este rincón, tenía la imperante necesidad de desahogarme, de encontrar un medio para dejar fluir sentimientos y emociones, muchos de ellos negativos. Dos meses antes había iniciado un mal período, de esos que llegan sin avisar, acarreando consigo mil y una dificultades.
Fue también un tiempo en el que estuve rodeado de personas disímiles, hasta cierto punto como las descritas en la canción que le pone nombre a esta página. Todo parecía al revés. Sentía que a mi vida llegaban precisamente las personas que menos necesitaba en ese momento. Yo necesitaba alguien con experiencia que me ofreciera sus consejos, en vista de que estaba metido en una situación totalmente nueva para mí.
No todo ha sido negativo durante este año. Creo firmemente que aprendí la lección que traía consigo esta pequeña crisis. Aprendí que no podemos acelerar las cosas, ya que todo ocurre en el momento preciso. Aprendí que las cosas no son como yo quiero, sino como deben ser de acuerdo a las leyes del universo. Esta crisis sirvió como una criba, debo añadir, porque me di cuenta quienes son mis amigos verdaderos, y quienes lo son solo por interés.
Cuando me inicié en este mundillo, no tenía ni sombra de idea todas las personas maravillosas a las que iba a conocer. Quiero formalmente agradecer a todos aquellos que me visitan, algunos de los cuales sacrifican minutos de sus horas de almuerzo, para leer mis amagos de escritos. A todos los que simplemente pasan y no comentan. A los que refutan algunas de mis ideas y comparten otras tantas. A los que solo comentaron para que yo pusiera un link a sus páginas, y advertirles en el mismo orden que las cosas no funcionan así de este lado. A todos les deseo lo mejor.
Finalmente, y a modo de “cliché Hollywoodense”, agradecer a Lisa, quien ya no anda por estos lares, a Yde, por confiar ciegamente en un completo extraño (se necesita un poco de locura, lo se), a Mar, por siempre llevarme la contraria, por los largos mails y sus puntos de vista, a Yanni, Yani, Mabel, Abnell, Wendy, Gary, Glen, Jenn, Ariadne, Lorena, por estar ahí de una forma u otra, por toda la paciencia que me tienen, por sus comentarios de aliento. A todos ustedes, Gracias Totales!